lunes, 12 de octubre de 2009

probando, probando

Por qué nace Unión, Progreso y Democracia, UPyD

Por cinco causas básicas

Para que todos los españoles tengan iguales derechos y obligaciones, sea cual sea la región donde vivan o residan circunstancialmente. Hoy vemos traicionado este principio pues se anteponen los territorios a los ciudadanos.

Para que todos los partidos nacionalistas dejen de condicionar y chantajear el presente y el futuro del conjunto de nuestro país, comenzando por cambiar la ley electoral existente.

Para reforzar la separación de poderes, de modo que jueces y fiscales no actúen como delegados de los partidos políticos.

Para conseguir un sistema electoral más representativo, y participen a unas elecciones generales partidos nacionales y no autonómicos; unas instituciones más transparentes y unos partidos más respetuosos con la democracia,

Para no tener que elegir entre una derecha y una izquierda sectarias y antiguas, incapaces de entenderse para defender los intereses comunes de los ciudadanos.

Presentación de UPyD

Somos un nuevo partido, nacido para representar a los ciudadanos españoles que desean impulsar un profundo cambio político mediante la Reforma de la Constitución y de la Ley Electoral para regenerar el sistema democrático, superar el “bipartidismo imperfecto” que ahora prima a los partidos nacionalistas, y luchar por la libertad y la igualdad efectiva de los ciudadanos españoles ante la ley con independencia de sus ideas, fortuna, lugar de residencia o lengua materna.


Proponemos políticas de progreso que mejoren la igualdad y la libertad de los ciudadanos, fines compartidos por la izquierda y la derecha democráticas. Nos oponemos a políticas reaccionarias como el aumento de la desigualdad territorial, la discriminación por razones lingüísticas o identitarias, y el abandono de la cohesión nacional para satisfacer al nacionalismo y sus imitaciones regionalistas.

Somos un partido nacional y concebimos España como una nación de ciudadanos libres e iguales de un Estado unitario y descentralizado integrado en Europa. Proponemos devolver al Estado algunas competencias exclusivas (como educación y fiscalidad) para que todas las comunidades autónomas sean iguales y todos los ciudadanos tengamos los mismos derechos y obligaciones, garantizados por un sistema judicial independiente y común, sin interferencias de los partidos políticos.

Somos un partido laico que respeta profundamente las creencias religiosas. Pedimos que las leyes sean independientes de las religiones, y éstas tratadas por igual si respetan los derechos humanos y la Constitución. Pedimos que las instituciones renuncien a las políticas nacionalistas que pretenden dictar a los ciudadanos su identidad cultural y política. Queremos potenciar la educación laica y la investigación científica, y oponernos a la propaganda del fanatismo y de la ignorancia equiparada al conocimiento.

Pensamos que el Estado debe garantizar la prosperidad general propiciando el juego económico limpio y la libertad de empresa, y también prestar y mejorar los servicios sociales básicos –sanitarios, asistenciales, educativos, transportes, etcétera– que materializan la igualdad de oportunidades, el bienestar y los derechos básicos de todos.

Consideramos que la derrota del terrorismo, proceda de ETA o de cualquier otra banda, no debe cambiar en función del partido que gane las elecciones, sino ser una política de Estado compartida por todos los demócratas. Rechazamos el diálogo con terroristas o la negociación de concesiones políticas a cambio de una paz sin libertad.

Consideramos que la regeneración de la vida democrática debe comenzar por nosotros mismos. UPyD propondrá mayor transparencia en la financiación de los partidos para prevenir la dependencia de la corrupción y de agentes económicos encubiertos, el desarrollo de las incompatibilidades entre negocios privados y cargos públicos, y otras medidas que mejoren la democracia acercando los representantes a sus representados, combatiendo la abstención, la indiferencia y la pasividad. Porque en una democracia todos los ciudadanos somos políticos, y todos somos responsables de los asuntos comunes que nos atañen.

sábado, 3 de enero de 2009

Sagasta y su progresismo


La etapa inicial de la carrera política de Sagasta quedó marcada por su vinculación al Partido Progresista, que representaba la tendencia más avanzada y reformista del liberalismo español del XIX. Es claro que la experiencia histórica del progresismo español quedó lastrada por particulares resistencias encontradas para acceder al gobierno e imprimir una mayor aceleración a la consolidación del marco liberal. Estos palmarios impedimentos (denunciados por los progresistas como "obstáculos tradicionales") forzaron una postergación de su proyecto y de sus aspiraciones políticas, que quedaron reducidas a breves y agitados periodos de gobierno frente a la hegemonía de los moderados. En este escenario, el artículo atiende a la dialéctica establecida entre moderados y progresistas, analizando los obstáculos que se le presentaron al progresismo isabelino ejemplificados a través de los propios escollos y dificultades vividas por Sagasta durante su particular trayectoria.

jueves, 25 de diciembre de 2008


La actualidad de este blog está orientada a todas aquellas personas, asociaciones o instituciones ,cuya premisa sea la del progreso, entendido este como mejor vía de futuro para el ciudadano.

Asentado en raíces históricas que no se pueden obviar, el progresista puede presumir de talantes liberal, conservador o solidario, donde el pluralismo es la pieza clave para todos ellos.

Alcorcón necesita de este progresismo si quiere avanzar en este siglo XXI abierto al futuro.