La etapa inicial de la carrera política de Sagasta quedó marcada por su vinculación al Partido Progresista, que representaba la tendencia más avanzada y reformista del liberalismo español del XIX. Es claro que la experiencia histórica del progresismo español quedó lastrada por particulares resistencias encontradas para acceder al gobierno e imprimir una mayor aceleración a la consolidación del marco liberal. Estos palmarios impedimentos (denunciados por los progresistas como "obstáculos tradicionales") forzaron una postergación de su proyecto y de sus aspiraciones políticas, que quedaron reducidas a breves y agitados periodos de gobierno frente a la hegemonía de los moderados. En este escenario, el artículo atiende a la dialéctica establecida entre moderados y progresistas, analizando los obstáculos que se le presentaron al progresismo isabelino ejemplificados a través de los propios escollos y dificultades vividas por Sagasta durante su particular trayectoria.
El derecho de Manifestación.
ResponderEliminarSeptiembre 10, 2009 de madrimil
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Fueron muchos los que lucharon en la dictadura y se organizaron por cambiar las cosas, para hacer realidad un NUEVO AMANECER, para ser escuchados, para tener voz y para poder decidir democráticamente en todas las cosas que les afecten en sus vidas.
Pero los tiempos pasan, las cosas se van arrinconando y se olvidan y llegan nuevos iluminados, seres que se creen en posesión de la verdad absoluta, y que se erigen en los nuevos Mesías de aquellas antiguas ideas de liberación y solamente ven ya que el camino a seguir tiene y debe ser el que ellos impongan, y de una forma u otra, se convierten en herederos de los antiguos dictadores, pues dictan que todo aquel que no este de acuerdo con ellos son los nuevos “apestados” y que son intransigentes, gente “Anónima en contra del Ayuntamiento” cuyo objetivo es fraudulento, como dicen y afirman en nuestro pueblo, en un panfleto editado en estos días por los socialistas de Alcorcón.
Los nuevos herederos de la verdad absoluta advierten a sus seguidores y en general a toda la ciudadanía, sobre lo siguiente: ¡¡¡ Que no nos engañen!!!
Pero la pregunta sería: ¿Quién está engañando a quien? y sacan un panfleto en sus medios, ilustrándolo con un EJEMPLO: 2.000 Plazas de pago solicitadas por vecinos – 200 Plazas afectadas por las Obras = 1.800 Plazas más para los que no pueden comprar una Plazas de garaje. (con j) Esto si que es engañar, si trasladamos el ejemplo a nuestra calle, c/ Polvoranca no-cuadra en absoluto, van a eliminar de un plumazo 840 plazas, más del 50% y no el ridículo 10% que ellos pregonan, y no digamos en la Avenida de Cantarranas, han eliminado el 100% ( 60 plazas) y en otras calles supongo que pasará exactamente algo parecido. ¿Quién está engañando a quién, debemos de preguntarnos?
*Pues bien está gentes Anónimas ayer en la Plaza del Ayuntamiento mostraron sus rostros de forma pacifica en una Concentración que había sido previamente desconvocada por los convocantes de la misma por falta de la autorización correspondiente en tiempo y forma, y muchas personas dialogaron con la Policía, al no poder hacerlo con los dirigentes de su Ayuntamiento, que estaban en casa descansando. Allí estuvieron muchas personas, cerca de doscientas, estos hombres y mujeres y niños, si que eran auténticos brotes verdes, ciudadanos que han despertado de un mal sueño, y que se sienten perjudicados con las formas dictatoriales de su Ayuntamiento y que se han visto las caras, no son anónimos cobardes, ni partidistas, son solo ciudadanos honrados que han manifestado su descontento y que van a seguir haciéndolo de forma Libre, y son muchos los que se han comprometido a hacer una GRAN MANIFESTACIÓN, sin que haya intereses oscuros detrás de ellos, ni ningún partido político de ningún signo, tan solo existe el deseo de mostrar a estos nuevos dictadorzuelos que no aceptan sus malas formas de gobernarnos y que quieren ser escuchados y atendidos en sus demandas, que quieren también que no les engañen, y que dejen sus calles como están actualmente, y sobre todo que no les estropeen más su medio ambiente.
Pedro García Biedma